Y Aquí empezó mi nueva historia, me
casé hace dos años y dos meses en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mi vida ha sido diferente, ha dado un giro
lleno de muchos aprendizajes, llena de aventuras, risas y lágrimas.
Al iniciar esta nueva etapa en mi
vida, cuando se empieza a convivir con otra persona, surgen nuevas
costumbres y modos de ver la vida, profundamente apegadas que se deben de
respetar y aceptar, se llega a conocer con más profundidad las cosas que no conocíamos
cuando éramos enamorados. El ir conociéndose más y más cada día, permite que
desarrolles nuevos atributos, como la paciencia en general, todo es bonito
cuando existe una comunicación entre la pareja, y en los que ambos
quedamos en un acuerdo, al principio no sabía nada en cuanto al
matrimonio, las cosas que sabía eran cocinar, lavar y mantener en orden la
casa, mi esposo trabajaba y estudiaba por lo que implicaba que tenía que
levantarme hacer desayunos por las mañanas ese fue un cambio al que no estaba
acostumbrada pero acepte al momento de tomar la decisión de casarme con él.
Y así fue como pasmos dos meses de
casados y aunque teníamos muy poco tiempo de estar juntos como esposos, tuvimos
el deseo de planificar a nuestro primer hijo. Sin importar que éramos una
pareja bien joven, sin importar que no supiéramos cuán difícil podría resultar
el tener un bebé, el mayor deseo de nosotros era el de ser padres.
Embarazo
Finalmente después de un mes he quedado embarazada,
empezaron los síntomas de toda futura mamá, empezaron las citas médicas, empezó
una nueva rutina de 40 semanas que da un resultado de nueve meses en el que
el cuerpo y estado de ánimo empieza a
tener cambio.
Durante el primer trimestre, es el de mayor
riesgo, es cuando más cuidado tuve que tener con mi embarazo, solo era un
pequeño feto en crecimiento, en el que solo sentía sus latidos en mi vientre cada
día, pero con muchos síntomas de vómitos, mareos, estados de ánimo, me irritaba
con facilidad.
El segundo trimestre ya fue diferente, los
síntomas iban cambiando, él bebé iba creciendo y teniendo deseos diferentes, por primera vez escuche el latido de su corazón,
fue algo hermoso!! a medida que pasaba
el tiempo llegue a saber el sexo. Fue un varón!!
El
tercer trimestre, fueron
los últimos. Donde experimente sus patadas fuertes, ya pude ver en las ecografías
su cuerpito totalmente formado, y llegan las últimas semanas donde ya no puedes
caminar con rapidez, donde ya no puedes dormir. Y finalmente llego el día de nacer,
un día tan espera por el papá y yo. Pero a la vez el tiempo más doloroso de la
mujer.
El parto un momento único, muy doloroso, lleno
de sentimientos encontrados, cuando lo sostuve por primera vez en mis brazos me volví a
enamorar!!! un tiempo en el que solo otra madre puede entender.. y allí aplica
este sabia cita bíblica Corintios
13:4-8 ¨El amor es sufrido, es benigno; el amor
no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser¨. Y mi amor nunca dejara de ser por este pequeño bebé aunque crezca, sin importar el dolor que me haya causado.
Su
llegada a nuestras vidas significo
mucho, lo estábamos esperando, sus primeros días no causaba mucho trabajo, solo
pasaba durmiendo, tenía que levantarlo para que comiera,
Y empezó
una rutina, a medida ha ido creciendo
cambios nuevos iban surgiendo, todos los meses no han sido iguales, a partir
del cuarto mes ya no se quedaba
tranquilo en su cama, empezaba a darse vueltas y a balbucear, empezamos a jugar
y tomaba en sus manos sus sonajas.
En su sexto mes empezó a comer sus papillas,
y sus gateos, más trabajo para la mamá, él ya tiene más energía que mamá,
el tener un bebé es hermoso ya no nos imaginamos
una vida sin él, su crecimiento demandado más sacrificios, tiempo y dedicación,
a su décimo mes empezó a caminar y ya no hay quien lo pare, corre, juega, también
salieron sus primeros seis dientes. Ahora ya tiene un año dos meses, y cada día
es una experiencia nueva, sigue jugando, mordiendo. Y sin que tuvieran que
faltar las travesuras que a diario hace mientras hago las demás cosas, ya sean
trabajos de la universidad o mi emprendimiento laboral dentro de casa.
Soy esposa, madre, estudiante y trabajo en
lo que me gusta. Tener claro que queremos lograr como madres,
esposas, profesionales y como mujeres nos dará una guía para trazar nuestro
plan. Una meta por aspecto, es más que suficiente
Mi vida y mis rutinas no son perfectas,
aún sigo aprendiendo a organizarme y a no perder el tiempo, pero lo más
importante es que he aprendido a disfrutar del proceso en el que yo elegí
estar. Esta es una conversación que no termina.
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