jueves, 4 de octubre de 2018

Mi vida después de soltera





Y  Aquí empezó mi nueva historia, me casé hace dos años y dos meses en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, mi vida ha sido diferente, ha dado un giro lleno de muchos aprendizajes, llena de aventuras, risas y lágrimas.

Al iniciar esta nueva etapa en mi vida,  cuando se empieza a convivir con otra persona,  surgen nuevas costumbres y modos de ver la vida, profundamente apegadas que se deben de respetar y aceptar, se llega a conocer con más profundidad las cosas que no conocíamos cuando éramos enamorados. El ir conociéndose más y más cada día, permite que desarrolles nuevos atributos, como la paciencia en general, todo es bonito cuando existe una comunicación entre la pareja, y en los que  ambos quedamos en un  acuerdo, al principio no sabía nada en cuanto al matrimonio, las cosas que sabía eran cocinar, lavar y mantener en orden la casa, mi esposo trabajaba y estudiaba por lo que implicaba que tenía que levantarme hacer desayunos por las mañanas ese fue un cambio al que no estaba acostumbrada pero acepte al momento de tomar la decisión de casarme con él.

Y así fue como pasmos dos meses  de casados y aunque teníamos muy poco tiempo de estar juntos como esposos, tuvimos el deseo de planificar  a nuestro primer hijo. Sin importar que éramos una pareja bien joven, sin importar que no supiéramos cuán difícil podría resultar el tener un bebé, el mayor deseo de nosotros era  el de ser padres.

Embarazo


Finalmente después de un mes he quedado embarazada, empezaron los síntomas de toda futura mamá, empezaron las citas médicas, empezó una nueva rutina de 40 semanas que da un resultado de nueve meses en el que el  cuerpo y estado de ánimo empieza a tener cambio.

Durante el primer trimestre, es el de mayor riesgo, es cuando más cuidado tuve que tener con mi embarazo, solo era un pequeño feto en crecimiento, en el que solo sentía sus latidos en mi vientre cada día, pero con muchos síntomas de vómitos, mareos, estados de ánimo, me irritaba con facilidad.

El segundo trimestre ya fue diferente, los síntomas iban cambiando, él bebé iba creciendo  y teniendo deseos diferentes, por  primera vez escuche el latido de su corazón, fue  algo hermoso!! a medida que pasaba el tiempo llegue a saber el sexo. Fue un varón!!

El tercer trimestre, fueron los últimos. Donde experimente sus patadas fuertes, ya pude ver en las ecografías su cuerpito totalmente formado, y llegan las últimas semanas donde ya no puedes caminar con rapidez, donde ya no puedes dormir. Y finalmente llego el día de nacer, un día tan espera por el papá y yo. Pero a la vez el tiempo más doloroso de la mujer.

El parto un momento único, muy doloroso, lleno de  sentimientos encontrados, cuando lo sostuve por primera vez en mis brazos me volví a enamorar!!! un tiempo en el que solo otra madre puede entender..  y allí aplica  este sabia cita bíblica Corintios 13:4-8 ¨El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser¨. Y mi amor nunca dejara de ser por este pequeño bebé aunque crezca, sin importar el dolor que me haya causado.


Su llegada  a nuestras vidas significo mucho, lo estábamos esperando, sus primeros días no causaba mucho trabajo, solo pasaba durmiendo, tenía que levantarlo para que comiera,
Y  empezó una rutina,  a medida ha ido creciendo cambios nuevos iban surgiendo, todos los meses no han sido iguales, a partir del cuarto mes ya  no se quedaba tranquilo en su cama, empezaba a darse vueltas y a balbucear, empezamos a jugar y tomaba en sus manos sus sonajas.
En su sexto mes empezó a comer sus papillas, y sus gateos, más trabajo para la mamá, él  ya tiene más energía que mamá, el tener un bebé es hermoso  ya no nos imaginamos una vida sin él, su crecimiento demandado más sacrificios, tiempo y dedicación, a su décimo mes empezó a caminar y ya no hay quien lo pare, corre, juega, también salieron sus primeros seis dientes. Ahora ya tiene un año dos meses, y cada día es una experiencia nueva, sigue jugando, mordiendo. Y sin que tuvieran que faltar las travesuras que a diario hace mientras hago las demás cosas, ya sean trabajos de la universidad o mi emprendimiento laboral dentro de casa.
Soy esposa, madre, estudiante y trabajo en lo que me gusta.  Tener claro que queremos lograr como madres, esposas, profesionales y como mujeres nos dará una guía para trazar nuestro plan. Una meta por aspecto, es más que suficiente

Mi vida y mis rutinas no son perfectas, aún sigo aprendiendo a organizarme y a no perder el tiempo, pero lo más importante es que he aprendido a disfrutar del proceso en el que yo elegí estar. Esta es una conversación que no termina. 


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